Criticado por la opinión pública congoleña, en problemas con las Fuerzas Armadas de la República Democrática del Congo (FARDC) y parte de la delegación Felix TshisekediLa Fuerza Regional de la Comunidad de África Oriental (EACRF) sigue, sin embargo, reforzando su presencia en Kivu del Norte, con la llegada de los primeros contingentes de Uganda y Sudán del Sur a principios de abril.
Aún fortalecido en las zonas donde el M23 comenzó a retirarse, el EACRF se enfrentaba a un problema afectado desde su creación en junio de 2022: el de la financiación de sus operaciones militares.
El vestíbulo de William Ruto
Según los estatutos de esta fuerza –adoptados por seis meses en septiembre de 2022 y pendientes de reanudación– los países deben financiar ellos mismos la intervención de sus contingentes. Pero los estados miembros, que están enviando tropas al este de la República Democrática del Congo, han estado buscando fondos para apoyar sus operaciones. Y Guilherme Rutoes, sin duda, quien para muestra lo que es más proactivo en este ámbito.
Kenia, el primer país que estacionó sus tropas en Goma, desempeña un papel de liderazgo en la fuerza regional. El mando de la EACRF también está asegurado por el general kenianoJeff Nyagah. William Ruto, que llegó al poder en septiembre de 2022, inicialmente pareció reacio a involucrarse en el proceso de Nairobi, impulsado por su predecesor, Uhuru Kenyattay se mostró reacio a fortalecer sus fuerzas contra el M23.
Finalmente había formalizado la llegada de sus soldados el 2 de noviembre, después de haber intercambiado con varios de sus homólogos, incluido el presidente francés. Emanuel Macron, quien a continuación mencionó su disposición a solicitar, en Bruselas, financiación del Fondo Europeo para la Paz (FEP) para el despliegue en Kenia. Aunque no se presentó ninguna solicitud formal, esta cuestión se planteó durante la visita de William Ruto a Bruselas el 29 de marzo. El Jefe de Estado keniano se reunió en particular con el Presidente del Consejo Europeo, Carlos Miguelcon quien discutió el archivo del este de la República Democrática del Congo y el futuro de la EACRF.
Una semana antes de esa reunión, Nairobi se había puesto en contacto con Bruselas para aclarar sus ambiciones. El 22 de marzo, el Ministro de Asuntos Exteriores de Kenia, Alfred Mutua, escribió con envidia una carta al Alto Representante de la Unión Europea (UE) para Asuntos Exteriores, el diplomático jose borrellpara formular una “solicitud de apoyo al despliegue de Kenia” en el este de la República Democrática del Congo.
113,2 millones de euros
Esta carta, que JA pudo consultar, no proporcionaba ningún detalle sobre la posible duración de las operaciones en Kenia, ni sobre la cantidad exacta solicitada a la UE. Sin embargo, va acompañado de un cuadro resumen de “operaciones del FEACR y necesidades de apoyo logístico” que ofrece una visión general del presupuesto previsto para las intervenciones. hacer Contingentes de Kenia, Burundi y Sudán del Sur; las necesidades de Uganda, en cambio, no se mencionan.
Para las acciones de 904 soldados kenianos para incorporarse a la fuerza regional, el documento tiene un importe total de 113,2 millones de euros. Una suma importante –lejos de los 37 millones de euros previstos por el Ministerio de Defensa keniano para los primeros seis meses de ocupación de sus hombres– que se espera que cubra varios ámbitos que van desde las necesidades logísticas (como raciones, equipos médicos o almacenamiento de agua) hasta al equipo militar.
Para la implantación de un dispositivo de vigilancia aérea se especifica un importe de 1,15 millones de euros. La dotación para la compra de armas pequeñas está valorada en 4 millones de euros, mientras que 30,2 millones de euros se destinan a "vehículos de apoyo al combate". A modo de comparación, las necesidades de los 300 soldados sursudaneses se valoran, en el mismo cuadro, en 40,1 millones de euros, y las de los 900 miembros del ejército burundés en 107,1 millones de euros.
Desorganización
¿Permitirá esta solicitud de Kenia la liberación de fondos? En el caso de Nairobi, la herramienta preferida sería el Fondo Europeo de Paz. Creado en marzo de 2021, este mecanismo permite financiar diferentes aspectos del apoyo militar a un tercer país, incluidas armas letales. A finales de noviembre, la UE liberó 20 millones de euros para apoyar el despliegue de Ruanda en Mozambique.
Pero, dado que la inmensa mayoría de los fondos del FEP se destinan ahora a Ucrania, todavía habrá que convencer a otros Estados miembros de la UE para que proporcionen apoyo. Un proceso que puede durar muchos meses. Por ahora, la atracción de los países miembros, que han permanecido en la fase informal, choca con las reticencias de algunos socios, que señalan la desorganización de los participantes y de la secretaría de la CAO -solicitando cada uno su propia financiación-, así como la perfila las vacantes en el mandato de allí fortaleza.