“Doce terroristas detenidos”, “una ametralladora PKM”, “dos AK-47”, “un rifle de caza”… operación de “reconocimiento ofensivo” llevada a cabo el día anterior en la región de Ménaka.
Esta operación es la primera de su tipo en la región. Llega en un momento en el que la rama local del Estado Islámico del Gran Sahara (EIGS) se ha impuesto en casi toda la región y en que, desde hace meses, el noreste de Malí vive masacres. en civiles.
El problema es que las personas detenidas cerca de la ciudad de Tin Fadimata, situada a unos treinta kilómetros al norte de la ciudad de Ménaka, pertenecían a la Coordinación de Movimientos Azawad (CMA), según Mohamed Elmaouloud Ramadane, ejecutivo de la CMA.
“Estos son miembros del MNLA [Movimiento Nacional de Liberación de Azawad] y dos de ellos son Fama [Fuerzas Armadas Malignas]. Se unieron a las autoridades del ejército reconstituido en virtud del acuerdo de Argel”, explica, sin especificar su identidad. En cuanto al material entendido, se trataría de armas “legales”. “Las personas detenidas tenían una orden de misión que especificaba esto”, añade.
¿Un error del ejército?
¿Cometió el ejército un error o arrestó intencionalmente a miembros de la CMA? Contactado por joven África, el departamento de comunicaciones del ejército de Malí no hizo ningún seguimiento. “A fin de evitar cualquier confusión que pueda generar tensiones sobre el terreno, de conformidad con las directrices de las autoridades políticas de transición y con el espíritu en Del acuerdo de paz y reconciliación resultante del proceso de Argel (APR), los estados mayores de los ejércitos invitan a los movimientos firmantes a coordinar sus movimientos con Fama”, precisa el comunicado.
Asegurado de que se están tomando medidas para liberar a los doce detenidos, actualmente retenidos por las fuerzas de defensa y de seguridad en la ciudad de Ménaka, el portavoz de los ex rebeldes se niega por el momento a hacer ningún comentario sobre la situación, queriendo creer "en una rápida solución". y resultado rápido”.
Hay que decir que entre el Estado de Malí y los antiguos rebeldes separatistas, ambos firmantes del acuerdo de paz de Argel, las relaciones son extremadamente tensas y que cualquier declaración puede empeorar la situación.
Aunque el diálogo intentó romperse y el acuerdo tuvo dificultades para implementarse, este nuevo incidente se produce menos de un mes después del sobrevuelo a baja altura de la ciudad de Kidal, bastión de los antiguos rebeldes, por aviones del ejército maliense. Esta oleada de detenciones puede entonces parecer una provocación por parte de la autoridades Malienses.