Este 4 de septiembre marca el inicio de una cumbre climática histórica que tiene como objetivo hacer del continente una potencia emergente en energía renovable y pide asistencia financiera internacional para desbloquear su potencial.
Esta primera Cumbre Africana sobre el Clima da inicio a los cuatro meses más ocupados del año para las negociaciones internacionales sobre el clima, que culminarán con una batalla por el fin de los combustibles fósiles en la COP28, en Dubai, entre finales de noviembre y principios de diciembre.
Durante tres Días, líderes y funcionarios de África y otros lugares, incluido el jefe de la ONU, António Guterres, serán recibidos en la capital de Kenia por el presidente William Ruto. Espera que esta cumbre permita al continente encontrar un lenguaje común sobre desarrollo y clima, para “proponer soluciones africanas” en la COP28.
“Parte esencial de la solución”
Un éxito en Nairobi en torno a una visión compartida sobre el desarrollo verde de África daría impulso a varias reuniones internacionales importantes antes de la COP28, primero la cumbre del G20 en India y la Asamblea General de las Naciones Unidas en septiembre, luego en octubre la reunión anual del Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional (FMI) en Marrakech.
Según Joseph Nganga, designado por William Ruto para presidir la cumbre, la conferencia debería demostrar que “África no es sólo una víctima, sino un continente dinámico con soluciones para el mundo”. “Tenemos el poder de responder a esta crisis (…) África representa una oportunidad para mundo Trabajaremos juntos para obtener beneficios mutuos”, dijo.
Un proyecto de "Declaración de Nairobi" consultado por la AFP, pero aún en negociación, destaca el "potencial único de África para ser una parte esencial de la solución". El documento cita el vasto potencial de energía renovable de la región, su fuerza laboral joven y sus activos naturales, incluidos 40% de las reservas mundiales de cobalto, manganeso y platino, esenciales para las baterías y el hidrógeno.
Pero los desafíos son enormes para un continente donde alrededor de 500 millones de personas no tienen acceso a la electricidad. Y los líderes africanos siguen destacando los considerables obstáculos financieros. África, que alberga 60% del mejor potencial de energía solar del mundo, sólo tiene una capacidad instalada similar a la de Bélgica, destacó recientemente el presidente de Kenia y el director de la Agencia Internacional de la Energía (AIE). En particular: sólo 3% de inversiones internacionales en la transición energética llegan a África, ellos tienen declarado.
(Con AFP)