jueves, noviembre 21, 2024
ComenzarDeporteHay que reformar la FIFA, cansados de su riqueza

Hay que reformar la FIFA, cansados de su riqueza

El fútbol es un deporte popular y mundialmente famoso que genera enormes flujos financieros. Gracias a los impuestos y a los diversos impuestos que cobran, los Estados participan en el desarrollo de esta disciplina construyendo estadios, apoyando a las selecciones nacionales, supervisando los equipos pequeños...

La organización responsable de la gestión y desarrollo del fútbol a nivel internacional es conocida: es la Federación Internacional de Fútbol (FIFA). Aunque oficialmente es una asociación sin fines de lucro, esta organización maneja sumas astronómicas. Se creó como una estructura gubernamental internacional independiente, un poco como los bancos centrales, aunque las misiones de estos últimos son desproporcionadas con las de la FIFA. La cargada organización del fútbol lleva a cabo una actividad divertida mientras los bancos centrales velan por un bien común esencial: la moneda.

Provocar a los líderes

La FIFA había anunciado unos ingresos de 7.250 millones de euros (4.756 millones de francos CFA) en los últimos cuatro años y después del Mundial de Qatar. El beneficio neto alcanzaría así los 967 millones de euros (634 millones de F CFA). De esta cantidad, unos 290 millones de euros (190 millones de francos CFA) se destinarían a apoyar financieramente a las federaciones tras la pandemia de coronavirus. Recordemos que en 2015, una investigación iniciada por el Departamento de Justicia de Estados Unidos por corrupción dio lugar a un gran escándalo, que precipitó la salida de algunos directivos de la FIFA.

Tampoco podemos olvidar los problemas de gobernanza identificados en las confederaciones continentales y las asociaciones nacionales. La FIFA, al igual que sus afiliados, parece burlarse de los representantes gubernamentales del pueblo que, aparentemente, se dejan afectar por los problemas. Dado el contexto internacional, caracterizado por un lento crecimiento global y una pobreza creciente, ya no es aceptable que un pequeño grupo de personas administre las enormes sumas del fútbol mundial y crea que puede hacer cualquier cosa.

Las renovaciones que recomendamos provienen de varias solicitudes. Primero, debemos hacer que los estados vuelvan a tomar el control. Esto implica devolverles su poder frente a la FIFA, en particular redefinir los límites dentro de los cuales ejercen el control democrático sobre la federación y sus diversos satélites. Por lo tanto, es necesario preguntarse de antemano si la FIFA, una asociación sin fines de lucro, puede o no obtener ganancias.

Estados accionistas

Creada hace más de cien años en un contexto totalmente diferente y marcada por la complejidad de los problemas contemporáneos, la FIFA debería desarrollar su estatuto jurídico, así como sus procedimientos y normas de intervención. Pasar del estatuto de asociación al de establecimiento público internacional con personalidad jurídica no sería una herejía.

Las bonificaciones obtenidas a nivel internacional, por razones de equidad, deberían devolverse a los presupuestos nacionales.

Este cambio permitiría así la creación de un capital social y que los distintos Estados miembros de la FIFA se convirtieran en sus accionistas participando al mismo tiempo en el buen funcionamiento de los órganos rectores. Estos podrían estructurarse en una Junta Directiva (que se reuniría trimestralmente) compuesta por altos expertos del fútbol nacional, y una Junta de Gobernadores (bianual) representada por los Ministros responsables del Deporte. Un poco como los organismos. en Bretton Woods: Banco Mundial y FMI.

La reforma de la FIFA también requiere cierta transparencia por parte de las federaciones nacionales. En países donde una gran parte de la población vive con menos de un dólar al día, es normal que el Estado dé por sentada la probidad de los equipos directivos designados en las federaciones nacionales. Evidentemente, corresponde a estos Estados definir las políticas deportivas, coordinando sus respectivos presupuestos, en particular los relativos a su participación en competiciones internacionales. Por otro lado, los premios recibidos internacionalmente, por razones de equidad, se beneficiarían de ser devueltos a los presupuestos nacionales para garantizar su buen uso y una mejor distribución de esta riqueza entre la población.

Código de ética y voluntad política

La profesionalización del gobierno de la institución es también una de las medidas a considerar en el marco de la reforma que recomendamos. Esto podría implicar limitar la obligación del presidente de la FIFA y sus principales colaboradores a cinco años, renovables una vez. Entonces sería necesario nombrar verdaderos líderes en lugar de favorecer la “cooptación” de exfutbolistas sin capacidad de gestión.

También sería conveniente hacer públicos los emolumentos de los directores, para garantizar un doble control de las actividades de la organización a través de al menos dos empresas internacionales elegidas por las Naciones Unidas. Es importante que los Estados miembros puedan importar una carta ética y un sistema de comunicado para que puedan seguir mejor la evolución de las actividades de la organización.

Esta reforma estaría incompleta si no incluyera un componente social. Correspondería a la FIFA, por ejemplo, ampliar la lista de beneficiarios de los beneficios de la actividad futbolística. Podemos imaginar que la FIFA dedica 20% de sus beneficios a apoyar la causa de los niños y las personas con discapacidad.

Para que estas reformas vean la luz se necesita voluntad política, ya que la FIFA parece a priori un “mamut” difícil de maniobrar, que siempre ha vivido cómodamente y que hoy cristaliza los intereses de las grandes multinacionales. Reconocido por no comprometerse con las reglas de buena gobernanza, Estados Unidos puede presentarse como la autoridad competente para ello. gigantesco sitio web de trabajo.

Yann Amoussou
Yann Amoussouhttps://afroapaixonados.com
Nacido en Benin, Yann AMOUSSOU trajo consigo una gran riqueza cultural cuando llegó a Brasil en 2015. Licenciado en Relaciones Internacionales por la Universidad de Brasilia, fundó empresas como RoupasAfricanas.com y TecidosAfricanos.com, además de coordinar el voluntariado. proyecto "África en las escuelas". A sus 27 años, Yann es un apasionado del panafricanismo y desde pequeño siempre ha soñado con ser presidente de Benín. Su constante búsqueda por incrementar el conocimiento de las culturas africanas lo llevó a crear el canal de noticias AfroApaixonados.
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