Tarek Bitar, el juez libanés encargado de investigar la mortal explosión del puerto de Beirut en 2020, ha reanudado su trabajo, según una fuente judicial, tras una suspensión de 13 meses provocada por presiones políticas. La investigación sobre la causa de la explosión estaba paralizada desde diciembre de 2021, y los políticos citados para ser interrogados presentaron denuncias en su contra, lo que le obligó a suspender la investigación.
Para sorpresa de todos, el juez Tarek Bitar decidió el 23 de enero reabrir el caso del desastre que tivo más de 200 muertos y 6.500 heridos. Desde el 24 de enero, sigue desafiando al poder acusando al fiscal general del Tribunal de Casación, Ghassan Oueidate, después de haber tomado la misma decisión la víspera para dos poderosos responsables de la seguridad: el poderoso director de la Sûreté general, Abbas Ibrahim, considerado cercano a Hezbolá, y el jefe de la Seguridad del Estado, Tony Saliba, cercano al ex presidente Michel Aoun, cuyo mandato expiró hace tres meses.
En total, trece personas están siendo procesadas, entre ellas cinco funcionarios que el juez Bitar ya había designado en el pasado, entre ellos el ex primer ministro Hassan Diab y ex ministros.
La sombra de Hezbolá
“Investigación portuaria: Tarek Bitar se ha vuelto loco”, titular del 24 de enero Al-Akhbar, cercano al poderoso Hezbolá proiraní que domina la vida política en el Líbano. El diario acusa al juez de actuar “basándose en órdenes estadounidenses y con el apoyo judicial europeo”. El portavoz del Departamento de Estado aseguró que Estados Unidos “apoya a las autoridades libanesas y las insta a toma un cable investigación inmediata y transparente”, según un tuit de la Embajada de Estados Unidos en Beirut del 24 de enero.
La enorme explosión del 4 de agosto de 2020 fue provocada por el almacenamiento descuidado de cientos de toneladas de nitrato de amonio en un almacén portuario. Gran parte de la corrupción se atribuyó a la corrupción y negligencia de la clase dominante, también acusada por las familias de las víctimas y las ONG de torpedear una investigación para evitar la acusación.
Sin medidas de seguridad
El fiscal general del Tribunal de Casación, Ghassan Oueidate, supervisó en 2019 una investigación de los servicios de seguridad sobre grietas en el almacén donde se almacenaba nitrato de amonio sin medidas de seguridad.
El juez Bitar marcó los datos para los interrogatorios, entre el 6 y el 13 de febrero, según el alguacil. Hassan Diab, quien dirigió el gobierno durante la explosión del 4 de agosto de 2020, se había negado previamente a asistir. En reacción a esta acusación, la Fiscalía libanesa rechazó todas las decisiones del juez responsable. en investigación.
(con AFP)